
20 años de “Nevermind”, el disco clave para casi toda la generación educada musicalmente en los años 90.
Nevermind es el disco que disparó el fenómeno Nirvana. Acto seguido se sumó el fenómeno grunge, aquella familia de bandas surgidas en Seattle cuyo rabioso, angustiado y contundente sonido bebía del punk y el rock duro. Y, de rebote, se benefició una generación que llevaba desde mediados de los 80 proponiendo una visión del rock más independiente y alejada de los clichés. Una generación que halló a su público en los campus y que, gracias a Nirvana, vio que se podía vivir de la música; hasta la fecha, solo malvivían.